jueves, 17 de marzo de 2011

MUNICIPIO Y GESTIÓN DE SERVICIOS MUNICIPALES

Maricela Leonel Gómez
En México la cobertura y calidad de los servicios que se encuentran a cargo de los gobiernos municipales son aún de muy baja calidad debido en gran parte por su limitada capacidad financiera y administrativa. Lo que de algún modo suena paradójico puesto que este nivel de gobierno tiene una relación inmediata con la sociedad, y por tanto las demandas de la población se conocen de forma más certera.
Una de las sugerencias que se les ha dado a los municipios para resarcir las debilidades ya identificadas es la incorporación del sector privado en la búsqueda de apoyos financieros, sin embargo, pese al énfasis que se ha hecho no es la práctica común. Los gobiernos municipales[1] se han enfocado en implementar métodos de mejora continua basados principalmente en sistemas de calidad, mejora continua y modernización como el ISO-9000.
Las distintas formas de las que se vale el municipio para la prestación de los distintos servicios a su cargo son: directa, concesión, convenio, organismo descentralizado, empresa paramunicipal, fideicomiso y asociación. Los municipios mexicanos muestran especial preferencia por la forma directa, al menos según los datos presentados hasta el años 2000 por García del Castillo en su artículo “La política de servicios municipales en México: casos y tendencias recientes”.
Desde el nivel federal a partir de 1980 con la Ley de Coordinación Fiscal se inició la resolución al problema del reparto desigual de las participaciones. De igual forma se estableció el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal (SNCF) para evitar la doble tributación al delimitar las competencias impositivas para cada ámbito de gobierno. A partir de 1998, se incorporaron en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y en el Capítulo V de la LCF, los Fondos de Aportaciones Federales o Ramo 33. La importancia de implementar este ramo es la materialización de las formas, en las que las entidades federativas harían frente a las responsabilidades que en anteriores reformas la federación les había cedido; ejemplo de ellas educación y salud.
Actualmente el ramo 33 cuenta con siete fondos: Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FORTAMUN-DF), Fondo de aportaciones Múltiples (FAM), Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) y Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP).
De los cuales dos corresponden directamente a los municipios FORTAMUN-DF y FAIS desde su vertiente municipal.
De lo anterior podemos observar que se han implementado estrategias a fin de mitigar las dos grandes debilidades identificadas en los municipios en su labor de prestación de servicios municipales.


BIBLIOGRAFÍA
García del Castillo Rodolfo, “La política de servicios municipales en México: casos y tendencias recientes”, en Enrique Cabrero, Políticas Públicas Municipales, una agenda en construcción, Miguel Ángel Porrua-CIDE, México 2003.

Barceinas, J César Marcelo. “Origen y funcionamiento del ramo 33”. Disponible en http://www.inafed.gob.mx



[1] Recordemos que tras la reforma de 1999 el ámbito municipal se reconoció como el primer orden de gobierno.

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